miércoles, 25 de noviembre de 2020

Kenneth Hagin - Manual de Fe - Clase 1

 

Lección 1 – ¿Cómo Obtenemos Fe? 

Textos Bíblicos: Romanos 10:8-10,13-14,17; Hechos 11:13-14; 14:7-10; 8:5-8.

Verdad Central: Dios ha provisto la manera por la cual todos pueden tener fe. 

Leemos en Hebreos 11:6, "Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan".

Si Dios demanda que tengamos fe cuando es imposible que la tengamos, entonces tenemos derecho a desafiar Su justicia. Pero si Él pone en nuestras manos los medios por los cuales la fe puede ser producida, entonces es nuestra responsabilidad el tener o no tener fe. Dios nos ha dicho que sin fe es imposible agradarle. Pero también nos ha dicho cómo obtener fe. Si no tenemos fe, no es culpa de Dios. El culpar a Dios por nuestra falta de fe, no es más que ignorancia. Dios ha provisto la manera por la cual todos podemos obtener fe.        

Fe Para Salvación.

El apóstol Pablo dijo que somos salvos por la fe. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios" (Efesios 2:8). Pero, ¿cómo obtienes la fe para ser salvo?

Romanos 10:8-10,13-14,17: “Más ¿Qué dice?  Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos. Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación...Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?...Así-que la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios”.

Después de haber estudiado el pasaje de escritura recién citado, ¿cuáles son los tres pasos que el hombre debe dar para recibir la salvación? (1. Confesar 2. Creer 3. Aceptar) ¿Para quién está disponible esta salvación, de acuerdo con el versículo 13? (Para cualquiera) ¿Según el versículo 17, de dónde proviene la fe? (Por el oír de la Palabra de Dios).

Hechos 11:13-14: “Quien nos contó cómo había visto en su casa un ángel, que se puso en pie y le dijo: Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa”.

Dios le dijo a Cornelio que enviara a buscar a Pedro para conocer el plan de la salvación. En la Gran Comisión, registrada en Marcos 16:15-18, Jesús les dijo a Sus discípulos, "Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura...". Como Cornelio no había oído todavía este evangelio glorioso, no era salvo. Dios le dijo a Cornelio que enviara a buscar a Pedro para que conociera el plan de la salvación. ¿Por qué tenía Cornelio que enviar a buscar a Pedro? ¿Por qué no pudo el ángel explicarle a Cornelio el plan de la salvación? (Los ángeles no pueden predicar el evangelio. Dios le ha dado esa tarea al hombre)

El versículo, “Él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa", nos muestra que los hombres son salvos por el oír palabras. La razón es que "la fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios" (Romanos 10:17).        

Fe Para Sanidad

Hechos 14:7-10: “Y allí predicaban el evangelio. Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo”.

Un lector casual de la Palabra dijo una vez con respecto a este pasaje de escritura, "¿No es maravilloso como Pablo sanó a ese hombre?" Sin embargo, Pablo no sanó a aquel hombre. Aquel hombre no fue sanado porque Pablo era un apóstol. Él no fue sanado por la fe de Pablo. El hombre mismo tuvo fe.

Pablo hizo tres cosas:

1. Predicó el evangelio (Versículo 7).

2. Percibió que el hombre tenía fe para ser sanado (Versículo 9).

3. Le dijo al hombre que se pusiera en pie y caminara (Versículo 10).

El hombre hizo tres cosas:

1. Oyó predicar a Pablo (Versículo 9).

2. Tuvo fe para ser sanado (Versículo 9).

3. Saltó y anduvo (Versículo 10).

El hombre no fue sanado por algún poder que Pablo tenía. El hombre mismo tuvo fe para ser sanado.

¿De dónde obtuvo el hombre la fe para ser sanado? (Por oír a Pablo hablar). ¿Qué fue lo que Pablo habló? (Predicó el evangelio). Pablo predicó un evangelio de salvación y un evangelio de sanidad: "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente, y también al griego" (Romanos 1:16). Una nota en la Biblia de Scofield refiriéndose a este versículo dice, "La palabra griega y la palabra hebrea para ‘salvación' implica las ideas de liberación, seguridad, sanidad y justicia". Por lo tanto, Pablo estaba diciendo, "No me avergüenzo del evangelio de Cristo. Es el poder de Dios para liberación, seguridad, sanidad y justicia”. Pablo predicaba el evangelio completo, no solamente una parte de él.

Hechos 8:5-8: “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Así que había gran gozo en aquella ciudad”.

Los grandes milagros que encontramos en los versículos recién mencionados sucedieron como resultado de que Felipe predicara a Cristo. El Nuevo Testamento no conoce a un Cristo que no sea el Sanador. La sanidad física es parte del evangelio. Si no hay evangelio de sanidad hoy en día, entonces tampoco hay un evangelio de salvación.        

La Fe en Acción

P. C. Nelson, quien fue por muchos años un ministro bautista notable, dijo: "La sanidad es parte del paquete del evangelio". Mientras pastoreaba una iglesia en Detroit, Michigan en 1921, fue atropellado por un automóvil. Los doctores dijeron que su pierna derecha probablemente tendría que ser amputada a la altura de la rodilla. Aunque no tuvieran que amputarla, le iba a quedar tiesa. Mientras estaba en su cama del hospital, recordó los versículos de escritura en Santiago 5:14-15: "¿Hay alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados". Él trató de excusarse con el Señor diciendo que ellos no practicaban eso en su iglesia. El Señor le recordó de cierto hombre y su esposa que creían en El, y le dijo que los llamara para que vinieran a orar por él. Él lo hizo y ellos vinieron, lo ungieron con aceite y oraron la oración de fe. Él fue sanado y su pierna no tuvo que ser amputada, ni tampoco le quedó tiesa la rodilla. "La fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios".

Hace muchos años, siendo un joven bautista, estaba yo acostado en el lecho de aflicción. Estando acostado leyendo la Biblia de mi abuela, mientras más leía, más aprendía. Pronto me di cuenta de que nunca había oído el evangelio completo, sino solamente parte de él. Mientras más estudiaba la Palabra, más me daba cuenta que podía ser sanado.

El diablo no se alejaba, por supuesto, trayendo a mi memoria toda la duda e incredulidad que yo había escuchado durante toda mi vida. Él me dijo que la sanidad ya no se practicaba (Afortunadamente, no podía recordar haber escuchado alguna vez que la fe ya no se practicaba). También me habían enseñado que Dios lo sanaría a uno si quería hacerlo (Esto, sin embargo, era un insulto aún más grande que el decir que no podía hacerlo).

Leí en Marcos 5:34 donde Jesús le habló a la mujer con el flujo de sangre, diciendo: "Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote". Jesús no dijo que Su poder la había hecho salva. Él dijo: "Hija, TU FE te ha hecho salva...". Cuando me di cuenta de esto, entonces supe que si la fe de ella la había hecho salva, mi fe podía hacerme salvo. Y gracias a Dios, así sucedió. Mi parálisis desapareció, la condición de mi corazón se normalizó, y he estado yendo de salto en brinco desde entonces, predicando el evangelio completo por más de 50 años.

 

Texto Para Memorizar: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios" (Romanos 10:17).

 

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