lunes, 16 de noviembre de 2020

Kenneth E. Hagin - Develando el Misterio de los Dones Espirituales - Lección 5


 
Lección  5 
El Don de la Palabra de Sabiduría
(Parte 2)
 
Textos Bíblicos: Hechos 11:28-30; 21:10,11
 
Verdad Central: Dios revela Su propósito y plan para el futuro a través de la palabra de sabiduría
 
          A veces lo que llamamos profecía no es el simple don de profecía de ninguna manera.  Si lo que es dado tiene un elemento de revelación en ello, es en realidad una palabra de conocimiento.
 
          No hay revelación en el simple don de profecía.  De acuerdo con Primera de Corintios 14:3, el don de profecía ". . .  habla a los hombres para EDIFICACION, EXHORTACION Y CONSOLACION."  Si una persona es usada solamente en el simple don de profecía - si no tiene manifestaciones de los otros dones en su ministerio -entonces sus profecías tratarán sólo con edificación, exhortación y consolación.
 
          Los profetas del Antiguo Testamento, por otra parte, tenían que tener los dones del Espíritu  Santo en operación en sus vidas para poder permanecer en el oficio del profeta, porque hacían predicciones en cuanto al futuro.  Y como hemos visto, el simple don de profecía no tiene predicción en él.  Por tanto, las predicciones de los profetas, aunque venían a través de profecía, eran en realidad palabras de sabiduría.  Por ejemplo, viajamos en automóvil pero no somos un automóvil.  Del mismo modo, a veces una palabra de sabiduría es transmitida por la profecía, pero en realidad no es una profecía.  Es una palabra de sabiduría.
 
 
La Palabra de Sabiduría Puede Venir de Muchas Formas
 
          La Palabra de Sabiduría, como la palabra de ciencia, puede ser dada por una voz audible, una visión, o un sueño.  También puede venir a través de lenguas e interpretación.
 
          En el Antiguo Testamento, José recibió una palabra de sabiduría a través de un sueño que reveló el plan y el propósito de Dios para el futuro.
 
          Moisés recibió la revelación de la Ley en una voz audible que Dios le dio.  Esta ley concernía el propósito de Dios para Israel; por tanto, tenía que ser la palabra de sabiduría la que fue ejercida.
 
          Esto también es verdad respecto de los profetas del Antiguo Testamento quienes profetizaban muchas cosas concernientes al futuro de Israel, el Nuevo Pacto, el Mesías venidero, e incluso acontecimientos aun no consumados.  Lo transmitían a través de profecía, pero era en realidad una palabra de sabiduría lo que recibían.
 
          A través del Antiguo Testamento al profetizar los profetas, la palabra de sabiduría y la palabra de ciencia fluían juntamente. En el Nuevo Testamento vemos lo mismo en operación.
 
HECHOS 11:28-30
28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea;
30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
 
          Agabo profetizó que vendría sequía, y la gente le creyó porque era un hombre íntegro que tenía un ministerio comprobado.  (No podemos creer todo lo que dice cualquiera.  Debemos tener discernimiento para poder juzgar las cosas de acuerdo con la Palabra de Dios.)  Pero cuando Agabo profetizó acerca de la sequía, la gente inmediatamente empezó a prepararse para enviar socorro a las víctimas de la sequía.
 
          Nuevamente leemos acerca del profeta Agabo en el capítulo veintiuno de los Hechos.  Pablo y su compañía, incluyendo a Lucas, el escritor del libro de los Hechos, estaban en la casa de Felipe.
 
HECHOS 21:10,11
10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo.
11 quien viniendo a vernos tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.
 
          Note que algo fue revelado.  Cuando llega cualquier REVELACION, es siempre una palabra de sabiduría, una palabra de conocimiento o discernimiento de espíritus porque estos son los únicos tres dones de revelación.  Ningún otro es mencionado en la Biblia.  La revelación con respecto a Pablo no era una palabra de conocimiento ya que trataba con el futuro.  "Ciencia" (o conocimiento) abarca hechos pasados y presentes y acontecimientos que nos son dados a través del Espíritu Santo de Dios.  Una palabra de "sabiduría" es una revelación del futuro que nos es dada a través del Espíritu Santo; Dios en Su sabiduría divina lo sabe todo acerca del futuro.
 
          Luego Lucas dijo, "Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén.  Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús"  (vs. 12,13).
 
          Después Lucas dijo, "Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor."  Esta era una revelación de la voluntad de Dios, la cual iba a suceder en el futuro; por tanto, era una palabra de sabiduría.  Y llegó a suceder.
 
La Palabra de Sabiduría Puede ser Condicional
 
          Hay algunas ocasiones en el Antiguo Testamento donde el profeta recibió una palabra de Dios que no llegó a suceder.  Algunas cosas son condicionales.  En el caso del rey Ezequías, Dios le dijo a Isaías que le diera una palabra de sabiduría concerniente al futuro - al plan y el propósito de Dios bajo las condiciones presentes.  Isaías le dijo a Ezequías, ". . .  Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás."  (2 Reyes 20:1).
 
          Isaías entregó el mensaje y empezó a salir del palacio.  Ezequías volvió su rostro a la pared, se arrepintió de su iniquidad, lloró y oró a Dios, y le recordó a Dios que había caminado con El y había guardado Sus mandamientos en tiempos pasados.
 
          La palabra del Señor vino a Isaías incluso antes de que saliese de la mitad del patio, instruyéndole a que volviese y le diera a Ezequías otra palabra de sabiduría.  (Era una palabra de sabiduría porque concernía al futuro.)  "Dile que añadiré a sus días quince años,"  dijo Dios.
 
          Dios también habló al profeta Jonás y le dio una palabra de sabiduría que Nínive iba a ser destruida.  Era una palabra de sabiduría porque concernía el plan y el propósito de Dios para el futuro.
 
          ¡A Jonás no le importaba si Nínive era destruida o no!  El no quería ir a prevenir a los enemigos de Israel.  Dios trató con el, sin embargo, hasta que fue obediente de ir y predicar a la gente de Nínive, avisándoles del juicio venidero inminente si no se volvían a Dios.  Se arrepintieron y el juicio no cayó sobre ellos en aquella generación (aunque eventualmente cayó).
 
 
La Palabra de Sabiduría Usada Para Apartar a Aquellos Con un Ministerio Especial
 
          El don de la palabra de sabiduría es también usado para revelar el plan de Dios a aquellos que El quiere usar en el ministerio. Vimos un ejemplo de esto en nuestra última lección.  Dios envió a Ananías a orar por Saulo, diciéndole,  ". . . instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel. . .“ (Hechos 9:15).
 
 
La Palabra de Sabiduría Usada Para Asegurar la Protección de Dios
 
          La palabra de sabiduría también es dada para asegurar la liberación venidera en tiempo de calamidad.  Cuando Pablo estaba a bordo de un barco en ruta a Roma para apelar ante el Cesar, una tormenta violenta se levantó.  Pablo había recibido una palabra de sabiduría para sus compañeros pasajeros incluso antes de que partieran.  El había dicho, ". . . veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida. . ." (Hechos 27:10).  Pero como el viento del sur soplaba suavemente, no hicieron caso de la advertencia de Pablo y zarparon.
 
          Si hubieran escuchado a Pablo, no habrían perdido la nave y todo su cargamento.  Sin embargo, por no hacer caso a su advertencia, tuvieron que echarlo todo al mar.  Finalmente, toda esperanza estaba perdida.  Pero en medio de tal calamidad, Pablo avanzó. ¡Él había oído del Cielo!
 
          Pablo dijo,  "Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas;. . .  Dios te ha concedido todos los que navegan contigo" (Hechos 27:23,24).  Pablo dijo, "La nave se hundirá y será perdida. Escuchad lo que os estoy diciendo, porque tendréis que quedaros en la nave."  Estaban a punto de dejarla, pero todos se quedaron, y no se perdió ningún hombre.
 
          ¡Cuán desesperadamente necesitamos tales manifestaciones sobrenaturales hoy en día!   Gracias a Dios, ¡nosotros podemos oír y oímos del cielo a través de la manifestación de los dones del Espíritu!
 
Texto Para Memorizar:
". . . Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría;. . . "  (1 Corintios 12:28)
 
 
 
 
 

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