miércoles, 18 de noviembre de 2020

Kenneth E. Hagin - Develando el Misterio de los Dones Espirituales - Lección 7


 
Lección 7
 
El Don de Fe  (Parte 1)
 
Textos Bíblicos: Efesios 2:8; Romanos 12:3; Gálatas 5:22,23; 1 Corintios 12:9
 
Verdad Central: Aquellos que poseen el don de fe creen a Dios de tal manera que honra su                               palabra como la Suya propia, y Él milagrosamente la hace suceder.
 
Habiendo cubierto los tres dones de revelación - la palabra de sabiduría, la palabra de conocimiento y el discernimiento de espíritus - en lecciones anteriores, iremos ahora a los tres dones de poder.
 
Los dones de poder; aquellos que hacen algo, son: el don de fe, el hacer milagros, y los dones de sanidades. En esta lección trataremos con el primero de estos: el don de fe, o la fe especial. (Leer Primera de Corintos 12:4-12)
 
Permítanme enfatizar que el don de fe, al igual que los otros dones del Espíritu, es sobrenatural; no es natural. Algunos  dicen que algunos de los dones del Espíritu son naturales y otros sobrenaturales. Sin embargo, si uno es sobrenatural, entonces todos son sobrenaturales. ¡Yo creo que cada uno de los dones es una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo! (Ver Primera de Corintios 12:11)
 
El don de fe es el mayor de los tres dones de poder.  Es un don del Espíritu para el creyente para que pueda recibir milagros. El hacer milagros es un don del Espíritu dado al creyente para que pueda hacer milagros.  Un don recibe, y el otro don hace algo. Un don es pasivo; recibe.  El otro don es activo; obra.  Note que la Escritura dice, "A otro, el HACER milagros. . ."  (1Cor. 12:10).  Cuando uno obra un milagro, eso es "hacer" un milagro. Pero cuando uno recibe un milagro, no lo "hace" y ese es el don de fe en operación.
 
Y también debemos recordar, que estos dones de poder están asociados muy estrechamente, tal y como los dones de revelación están estrechamente asociados, y los dones de expresión (profecía, diversas clases de lenguas, e interpretación de lenguas)  están estrechamente asociados.  De hecho, la Biblia nos dice claramente en Primera de Corintios que las lenguas con interpretación son equivalentes a la profecía.  Nosotros diferenciamos entres estos dones y los registramos separadamente con el fin de poder definirlos mejor.
 
Además, también hallamos que la fe, como la oración, a menudo se confunde en las mentes de algunos. Tenemos la tendencia de poner todas las clases de fe en un mismo saco, mezclarlas, y sacudirlas todas juntas.  Pero debemos diferenciar entre ellas.
 
Así, aprendemos que hay cuatro clases diferentes de fe:
 
  1. Fe para salvación, la cual nos dirige a la salvación.
  2. Fe general, la cual posee todo creyente.
  3. El fruto de fe - o fidelidad - el fruto del espíritu humano recreado, que viene después de la salvación.
  4. El don de fe - o fe especial - una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo, la cual es impartida después del bautismo del Espíritu Santo como el Espíritu quiere.
 
Y como alguien dijo en cierta ocasión, a veces el mejor modo de averiguar lo que algo es, es averiguar lo que algo no es.
 
 
Fe Para Salvación
 
EFESIOS 2:8
8  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.
 
La fe por medio de la cual somos salvos es un don de Dios.  Nos es impartida a través de la Palabra: “Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios" (Romanos 10:17).  Sin embargo, la clase de fe con la que trataremos en esta lección -el don de fe, o la fe especial  es diferente de la fe para salvación.
 
 
Fe General
 
ROMANOS 12:3
3  . . . la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
 
Hay un tipo de fe - yo lo llamo fe general - que todos los creyentes poseen.  Esta fe general puede aumentarse a medida que los cristianos se alimentan de la Palabra de Dios y la ejercitan en la arena de la vida.  Todos podemos tener esta siempre creciente fe general.  El don de fe, sin embargo, es uno de los nueve dones del Espíritu Santo, dados así como el Espíritu quiere. 
 
Además, la fe general es la fe por la cual ordinariamente recibimos respuestas a la oración.  Por ejemplo, recibimos el bautismo del Espíritu Santo por fe; y recibimos respuestas a la oración por fe, ya que Jesús dijo, "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, CREED que lo RECIBIREIS, y os VENDRA" (Marcos 11:24).
 
Muchos de nosotros recibimos respuestas a la oración de fe - fe general - incluso antes de recibir el bautismo del Espíritu Santo.  Estas respuestas vinieron porque creímos a Dios por la fe, pero eso no es lo mismo que el don de fe en operación.
 
De hecho, si el don de fe tuviera que estar en operación para poder recibir una respuesta a la oración, para recibir sanidad para el cuerpo, o para tener una necesidad material suplida, entonces nunca podríamos obtener respuestas a las oraciones hasta después de haber recibido el bautismo del Espíritu Santo, porque es entonces cuando esta clase de fe; el don de fe especial, es recibido. Pero incluso entonces, es solamente así como el Espíritu quiere.
 
Sin embargo, sabemos que muchos de nosotros recibimos respuestas a la oración por la fe; la fe general, antes de haber recibido el bautismo del Espíritu Santo.  Muchos de nosotros, por ejemplo, fuimos sanados basados en la fe en la Palabra de Dios antes de recibir el bautismo del Espíritu Santo.  Ejercitamos la fe especial para recibir estas respuestas a la oración.
 
Y siguiendo esta misma línea de razonamiento, si se requiriera el don de fe; la fe especial, para recibir respuestas a la oración, entonces no todos; incluso aquellos llenos del Espíritu, podrían estar seguros de recibir sus oraciones contestadas. ¿Por qué? Porque no a todo creyente lleno del Espíritu le es prometido este don de fe especial.  Las Escrituras dicen, "Porque a ESTE es dada. . .  palabra de ciencia. . .; a OTRO FE por el mismo Espíritu. . ." (1 Corintios 12:8,9)
 
Con respecto a este don de fe, Pablo resume al final del capítulo,  "¿. . .  hacen TODOS milagros?" (v. 29)  No. "¿Tienen TODOS dones de sanidades?" (v.30).  La respuesta es no.  Entonces podríamos añadir, "¿tienen TODOS este DON DE FE?"  La respuesta es nuevamente no.
 
Así que podemos ver que el don de fe no es lo mismo que la fe general la cual todo creyente tiene; ya que si tuviéramos que contar con el don de fe especial para recibir respuesta a nuestras oraciones, entonces no todos podrían recibir respuestas a la oración.
 
 
El Fruto de Fe
 
GALATAS 5: 22,23
22  Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23  mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
 
El fruto de fe también es diferente del don de fe.  Leemos acerca del fruto del Espíritu (uno de los cuáles es la fe) en Gálatas 5:22,23, citado anteriormente.  En el griego original, sin embargo, este fruto de fe no es llamado fe, sino "fidelidad."
 
Mientras que el fruto del espíritu es para el desarrollo del carácter del creyente, los dones del Espíritu son para producir poder en la vida del creyente.
 
El fruto es algo que crece.  La fe - o fidelidad - es un fruto que crece en la vida de un cristiano para establecerle en carácter espiritual.  Pero el don de fe especial es un don dado por el Espíritu de Dios, como el Espíritu quiere.
 
En cuanto al don de fe, la traducción de Weymouth dice, ". . .  a un tercer hombre, por el mismo Espíritu, fe especial  (1 Corintios 12:9).
 
He oído a gente decir, "Bueno, si Dios me da fe, la tendré, y si no, no la tendré."  Leen la escritura, ". . .  a otro (es dado) fe. . . “y piensan que ese es el modo de obtener "fe."  Sin embargo, la fe a la que se refiere esta escritura es el don de fe, o fe especial.
 
 
El Don de Fe
 
1 CORINTIOS 12:9
9  A otro fe por el mismo Espíritu. . .
 
Así que vemos que el don de fe no es impartido a todos, sino solamente como el Espíritu de Dios quiere.  También, es una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo el recibir un milagro.  Por el don de fe uno no hace un milagro, sino que pasivamente recibe un milagro.
 
El don de fe se distingue de las otras clases de fe en que con esta fe especial hay una manifestación de la evidencia de lo sobrenatural.  Uno puede sobrenaturalmente, y en contra de todas imposibilidades, creer en Dios por un milagro.
 
De los tres dones de poder - el don de fe, el hacer milagros, y los dones de sanidades - el de fe es el mayor.
 
Y también hemos visto que el don de fe, o la fe especial, es separada y distinta de la fe para salvación la cual le dirige a uno a la salvación, la fe general que todo creyente tiene, y el fruto de fe, el cual desarrolla en uno el carácter cristiano.
 
Veremos en el próximo capítulo, que por el don de fe a uno le es dada la habilidad sobrenatural para recibir un milagro de Dios; sea para protección sobrenatural, para sustento sobrenatural, para echar fuera espíritus inmundos, para resucitar de los muertos, o para conferir manifestaciones sobrenaturales tales como en la imposición de manos para recibir el Espíritu Santo, o declaraciones de bendiciones.
 
Texto Para Memorizar:
"Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría. . .A otro, fe por el mismo Espíritu. . ." (1 Corintios 12:8,9).
 

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