viernes, 20 de noviembre de 2020

Kenneth E. Hagin - Develando el Misterio de los Dones Espirituales - Lección 9

 

Lección 9
 
El Don de Hacer Milagros
 
Textos Bíblicos: 2  Reyes 2: 9-14; 1 Reyes 17: 12-16;  Hechos 5: 1-5
 
Verdad Central: Un milagro es una intervención sobrenatural en el curso ordinario de la naturaleza; una suspensión temporal del orden acostumbrado a través del Espíritu de Dios.
 
En nuestro estudio sobre los dones del Espíritu llegamos ahora al don de hacer milagros. Primero que nada, definamos "el hacer milagros." Como con muchas palabras en el lenguaje español, cuando usamos la palabra "milagro" significa una cosa hablando en general, pero usada específicamente significa algo diferente.
 
A veces la palabra "milagro" es usada en sentido figurativo, como metáfora.  Hablamos de "telas milagrosas," de "medicinas milagrosas," y de "detergentes milagrosos."
 
En la naturaleza vemos un amanecer maravilloso y decimos, "Es un milagro."  Podemos mirar a un hermoso jardín de rosas brillando con gloriosos colores, el perfume de las flores ascendiendo a los cielos, y decir que eso es un "milagro" de la naturaleza. Ninguna de esas cosas es un milagro específicamente hablando, pero hablando en general lo son.  En el suntuoso amanecer, el sol está haciendo exactamente lo que debería hacer de acuerdo a las leyes de la naturaleza.  La rosa está haciendo exactamente aquello para lo que fue creada de acuerdo con las leyes de la naturaleza.
 
Cada uno de los dones del Espíritu es milagroso.  Son sobrenaturales.  En el uso general de la palabra "milagro," todos los dones del Espíritu son milagros.   Pero específicamente hablando, no lo son.  El hacer milagros, entonces, es un hecho específico, como por ejemplo cuando Eliseo dividió el río al golpearlo con su manto.
 
Después de que Elías ascendió a los cielos en el carro en un torbellino, Eliseo recibió su manto y golpeó el Río Jordán con él.  El dividir las aguas por el toque de su manto fue realmente un milagro - una intervención en el curso ordinario de la naturaleza.
 
2 REYES 2:9-14
9  Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti.  Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
10 El le dijo: Cosa difícil has pedido.  Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.
11 Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
12 Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!  Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes,
13 Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.
14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías?  Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.
 
En el campo de la sanidad, los milagros son recibidos a menudo, pero no son el resultado del hacer milagros;  son milagros de sanidad.  Todo lo que Dios hace es milagroso en cierto sentido, pero no es un milagro como en el caso de volver agua en vino sólo por decir una palabra - eso es el hacer milagros.
 
El agua convertida en vino por el proceso de la naturaleza es un milagro natural.  Pero agua convertida en vino por decir una palabra, como Jesús hizo en Juan 2:1-11, es el resultado del don espiritual del hacer milagros.
 
Un milagro, por tanto, es una intervención sobrenatural en el curso ordinario de la naturaleza, una suspensión temporal del orden acostumbrado, una interrupción del sistema de la naturaleza como la conocemos nosotros, operado por la fuerza del Espíritu de Dios.
 
 
El Hacer Milagros en el Antiguo Testamento
 
El hacer milagros fue más prominente en el Antiguo Testamento. Aunque la gente fue sanada y los dones de sanidades estaban en operación en el Antiguo Testamento, los dones de sanidades fueron más predominantes en el Nuevo Testamento.
 
El hacer milagros fue usado para la liberación milagrosa del pueblo de Dios del cautiverio de Egipto.  Vemos este don usado cuando Dios convenció a Faraón que dejara ir a Israel.  Un gran número de milagros fueron hechos entonces.
 
Cuando Aarón echó su vara el suelo y se volvió en serpiente (Ex.7:10), eso fue el hacer un milagro.  Cuando el polvo se volvió en insectos (Ex.8:19), y las otras plagas que siguieron, fueron el don de hacer milagros en operación.
 
Al salir de Egipto, los israelitas se enfrentaron al Mar Rojo con el Faraón y sus ejércitos acercándose a ellos, listos para hacer les sus esclavos nuevamente.  Había montañas a un lado, el desierto al otro lado, el mar enfrente de ellos, y el enemigo por detrás de ellos - su situación parecía desesperada.  Pero Moisés miró al Señor, y el Señor le dijo que extendiera su vara.  Moisés obedeció, y el mar se dividió.  Aquello fue el hacer un milagro -una intervención divina en el curso ordinario de la naturaleza.
 
Realmente, dos dones del Espíritu Santo estuvieron en operación en esa ocasión. El hacer milagros dividió la mar, ¡pero fue el don de fe el que lo mantuvo dividido!  Esto fue un milagro contínuo.  La gente caminó sobre tierra seca hasta el otro lado. Cuando el enemigo trató de hacer lo mismo, las aguas se juntaron y los egipcios se ahogaron.
 
Otro uso en las escrituras del hacer milagros fue el proveer para aquellos en necesidad.
 
1 REYES 17:12-16
12  Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija, y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
13  Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
14  Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así;  La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.
15  Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
16  Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.
 
También el hacer milagros estaba en el ministerio de Eliseo cuando la vasija de aceite de una viuda continuó fluyendo hasta que hubo llenado todas las vasijas que tenía.  Ella entonces fue y pidió otras vasijas de sus vecinos y las llenó también con aceite. (Ver Segunda de Reyes 4:1-7.)
 
 
El Hacer Milagros en el Nuevo Testamento
 
Vemos el hacer milagros en manifestación cuando Jesús tomó la merienda de un pequeño muchacho, dio de comer a cinco mil con ella - y luego recogió doce canastas de la comida que había sobrado después de que todos hubieran comido (Juan 6:5-15)
 
El hacer milagros también fue usado para ejecutar juicio divino en el Nuevo Testamento.
 
HECHOS 5:1-5
1  Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,
2  y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.
3  Y dijo Pedro: Ananías,  ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
4  ¿Reteniéndola,  no se te quedaba a ti? y vendida,  ¿no estaba en tu poder?  ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
5  Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró.  Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
 
Los cristianos en la iglesia primitiva tenían todo en común: Vendían todas sus posesiones y traían el dinero a los apóstoles. Dios no les dijo que lo hicieran.  Evidentemente tuvieron la dirección del Espíritu para hacer esto, y demostró ser un paso sabio, porque en pocos años la ciudad fue ocupada por los romanos y de todas formas hubieran perdido todo lo que poseían.
 
Cuando Ananías y Safira vendieron su heredad, sustrajeron parte del dinero que habían recibido.  Hubiera estado perfectamente bien el haber dicho, "Esta es la mitad del dinero" (Dios no les obligó a darlo todo). Pero ellos mintieron al respecto.
 
Pedro supo, a través del don de la palabra de conocimiento cuánto había sustraído Ananías.  El dijo, "¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintiese al Espíritu Santo?"  Entonces Ananías cayó muerto - un resultado del juicio divino a través del hacer milagros.  Cuando Safira vino más tarde, sin saber que su marido estaba muerto, repitió la mentira, y ella también cayó muerta. El hacer milagros fue usado otra vez para ejecutar la disciplina divina.
 
El hacer milagros también fue usado para confirmar la Palabra que fue predicada.  Cuando Pablo estaba predicando en Chipre, Elimas, el mago se le resistió.  Pablo, a través del poder de Dios en la operación del don de hacer milagros, le dejó ciego por algún tiempo, y esto fue una señal para otros (Hechos 13:4-12).
 
          Este don también fue usado para liberar a la gente de un peligro inevitable.  El don de fe conducirá a una persona a través del peligro sin que la persona sufra ningún daño, pero el hacer milagros es diferente: Realmente cambiará las circunstancias que causan el peligro.
 
Por ejemplo, cuando Pablo naufragó, la tormenta no cesó hasta que lo hizo por si misma (Hechos 27).  Pablo no se puso en pie y dijo, "¡Tormenta, cesa ahora mismo!"
 
Pero ya que Dios le había hablado, él tuvo una fe sobrenatural para creer por la protección divina.  Esto era el don de fe en operación, y él recibió seguridad para todos, aunque la nave fue perdida.
 
Sin embargo, cuando Jesús se puso en pie en aquella barca durante una tormenta en el Mar de Galilea y dijo, "Calla, enmudece" (Marcos 4:39), aquello obró un milagro.  Eso cambió la circunstancia que causó el peligro.
 
La diferencia entre el don de fe y el hacer milagros es que el don de fe RECIBE un milagro y el hacer milagros OBRA un milagro.
 
El hacer milagros es usado para demostrar el poder de Dios y Su magnificencia.  En la Analytical Concordance to the Bible (Concordancia Analítica de la Biblia) de Young, la palabra griega usada para "milagros" es "poderes."  En otras palabras, el hacer milagros es llamado "el obrar poderes."  La palabra griega, de acuerdo con la concordancia griega, significa, "explosiones de omnipotencia."  Significa, impúlsenles y asombrosas maravillas o prodigios.  En otras palabras, el griego podría leer, "el obrar de impulsarte y asombrosas maravillas y prodigios, o la demostración de explosiones de omnipotencia."
 
En su libro, Questions and Answers on Spiritual Gifts (Preguntas y Respuestas sobre los Dones Espirituales), Howard Carter dijo, ". . . el hacer milagros es una manifestación del Espíritu muy importante.  Es el gran poder de Dios fluyendo a través de una persona."
 
Podríamos decir que el individuo participa del mismo poder de Dios que fue manifestado cuando Dios creó el mundo, porque ciertamente EL obró un milagro cuando habló la tierra en existencia.
 
Cuando el Señor permite que un individuo, a través del poder del Espíritu, hable la palabra y el río se divida - el mismo Dios que creó esas aguas deja que un poco de esa omnipotencia, sea manifestada en esa persona como el Espíritu desee.
 
Este hacer milagros es en verdad un don poderoso, glorificando al "Dios de todo poder" como dijo Howard Carter, así estimulando la fe de su pueblo, como asombrando y confundiendo la incredulidad del mundo.
 
Texto Para Memorizar:
"Porque a éste es dado por el Espíritu. . .  el hacer milagros. . . “(1 Corintios 12:8,10).
 
 
 
 

No hay comentarios: