sábado, 21 de noviembre de 2020

Kenneth E. Hagin - Develando el Misterio de los Dones Espirituales - Lección 10


Lección 10
 
Los Dones de Sanidades
 
Textos Bíblicos: Hechos 10:38; 1 Corintios 12:28-30
 
Verdad Central: El propósito de los dones de sanidades es el liberar al enfermo y destruir las obras del diablo en el cuerpo humano.
 
Los dones de sanidades son dados por Dios para la sanidad sobrenatural de dolencias sin medios naturales de ningún origen.  Cada uno de los nueve dones del Espíritu es sobrenatural. Puede que tengamos alguna dificultad, debido a nuestro conocimiento limitado, en definir alguno de los otros dones, pero debería haber poca dificultad en definir los dones de sanidades.  Casi todos entienden acerca de sanidad. Naturalmente Jesús puso la sanidad en prominencia por Su propio ministerio. El también dio autoridad a Sus discípulos para sanar a los enfermos (Mateo 10:8).
 
Queremos enfatizar el carácter sobrenatural de todos los dones del Espíritu, incluyendo los dones de sanidades.  Estos dones no tienen nada que ver con la ciencia médica o con el aprendizaje humano.
 
Lucas, el médico amado, estuvo con Pablo en muchos de sus viajes misioneros.  Lucas escribió los Hechos de los Apóstoles así como el Evangelio que lleva su nombre.  El estuvo con Pablo cuando naufragaron en la Isla de Malta (Hechos 28).  Sin embargo nada es mencionado acerca de que Lucas ministrara a las gentes con su conocimiento médico.  De hecho, Lucas escribe que el padre del hombre principal de la isla estaba enfermo, y Pablo puso las manos sobre él, y fue sanado - por el poder sobrenatural. Entonces las personas trajeron a los enfermos que había en la isla para que Pablo les ministrara, y fueron sanados.
 
Naturalmente creemos en la ciencia médica, y damos gracias a Dios por lo que puede hacer.  Desde luego que no nos oponemos a los doctores.
 
Pero algunos confunden la ciencia médica con los dones de sanidades. He escuchado a algunos decir que los dones de sanidades eran los médicos y el conocimiento médico que Dios les ha dado.
 
Si la ciencia médica fuese el método de sanidad de Dios, entonces los médicos no deberían cobrar.  Sus servicios deberían de ser gratis.  Sin embargo, este no es el caso, como lo saben todos los que han tenido alguna experiencia.
 
Además si la ciencia médica fuera el método de Dios para sanar, estaría libre de errores. Los doctores no cometerían errores.
 
Damos gracias a Dios por la ciencia médica y por lo que los buenos doctores y los hospitales pueden lograr.  No nos atreveríamos a hablar para desacreditarlos a ellos ni a los grandes descubrimientos hechos por la tecnología médica moderna. También damos gracias a Dios por los muchos doctores cristianos que se interesan sinceramente por sus pacientes y hábilmente los ministran.  Pero la sanidad sobrenatural no viene por diagnósticos o por recetar un tratamiento; viene por el imponer las manos, el ungir con aceite, o a veces sólo por el hablar la Palabra.  Yo creo en la sanidad natural y gracias a Dios por ello.  Pero también creo en la sanidad sobrenatural.
 
 
El Ministerio de Sanidad de Jesús
 
HECHOS 10:38
38 Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
 
Jesús ministraba no como el Hijo de Dios, sino como un profeta ungido por el Espíritu Santo. Jesús era tan Hijo de Dios cuando tenía 24 años de edad como cuando tenía 30 años de edad. Sin embargo a la edad de 25, no había sanado a nadie, y ni siquiera un milagro de sanidad había sido hecho bajo su ministerio. El era tan Hijo de Dios a los 29 como a los 30; sin embargo durante el vigésimo noveno año, nadie fue sanado, ni había hecho ningún milagro de sanidad.
 
Cuando Jesús tenía 30 años - incluso el día antes de ser bautizado por Juan en el Río Jordán y de que el Espíritu Santo descendiera sobre El para ungirle para ministrar - Jesús era tan Hijo de Dios entonces como lo fue más tarde.  Sin embargo hasta que eso sucedió, no había sanado a nadie.  No hubo ninguna manifestación de poder operando en Su vida.
 
Fue solamente después de que el Espíritu Santo descendiera sobre Jesús en forma de paloma para ungirle para ministrar que estas cosas comenzaron a suceder.  De hecho, Jesús mismo nunca reclamó el hacer las obras.  El dijo, ". . .  el Padre que mora en mí, él hace las obras. . ." (Juan 14:10).
 
Jesús se puso en pie y leyó en la sinagoga del pueblo donde se había criado, "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido. . ." (Lucas 4:18).  Años después, Pedro, predicando a Cornelio y a su casa, dijo, "Cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder. . ." (Hechos 10:38).
 
Aunque Jesús siempre fue el Hijo de Dios, nunca sanó a nadie hasta después de ser ungido con el Espíritu Santo y poder.
 
Esto debería probar indudablemente que EL no sanaba por algún poder que le era inherente como el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Trinidad, sino que sanaba a los enfermos tal y como cualquier creyente debería ministrar a los enfermos hoy en día -por la unción del Espíritu a través de la manifestación de los dones de sanidades.
 
 
El Espíritu Sin Medida en el Ministerio de Jesús
 
La Biblia nos dice que Cristo tenía el Espíritu sin medida. ". . .  el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida" (Juan 3:34).  Por tanto, vemos manifestaciones de ciertas cosas en Su ministerio que no vemos en nadie más porque EL tenía el Espíritu sin medida; ningún otro individuo lo tiene.  Sin embargo, me parece que este texto infiere que el Cuerpo de Cristo entero - colectivamente - tiene la misma medida del Espíritu que Jesús tenía.  Como consecuencia, un individuo no tendrá la misma medida de éxito en ministrar incluso en los dones de sanidades que Jesús tenía, ya que EL tenía el Espíritu sin medida.  Y teniendo el Espíritu sin medida, Jesús tenía la manifestación de todos estos dones de sanidades.
 
1 CORINTIOS 12:28-30
28  Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 
29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?
30  ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? interpretan todos?
 
Note que en el versículo veintiocho, las dos palabras "dones" y "sanidades" están en plural.  Note, también, que este es el único de los dones del Espíritu que está en plural.  Todos los demás se refieren a un solo don.
 
¿Por qué son "dones de sanidades" y no el "don de sanidad"?  No lo sé en realidad, pero tengo una opinión.  No creo que ninguno de nosotros lo pueda saber con toda certidumbre, ya que las Escrituras no lo dicen específicamente, pero yo creo que hay dones de sanidades porque hay diferentes clases de dolencias - y un don no podría sanar todas las clases.
 
He notado en mi propio ministerio, así como en los ministerios de otros, que cuando estos dones están en operación, hay un mayor grado de éxito en algunas áreas de sanidad que en otras áreas.  Y otros ministros me dicen que hay ciertas clases de dolencias que raramente son sanadas en sus ministerios, sin embargo ciertas otras dolencias son casi siempre sanadas.  "¿Por qué?"  No lo sé. Quizás con el transcurso del tiempo sabremos más acerca de esto, ya que estamos aquí para estudiar y aprender.
 
En el ministerio de Jesús, toda clase de enfermedad y todo tipo de dolencia era sanada.  Todos los dones de sanidades estaban en manifestación, ya que Jesús tenía el Espíritu "sin medida"
 
 
Dos Manifestaciones de Sanidades Diferentes
 
Hay una marcada diferencia entre la manifestación de los dones de sanidades y el simple recibir la sanidad por nuestra propia fe en la Palabra de Dios.  Dios me ha enseñado a través de los años la diferencia entre las dos.
 
Cuando recibí la sanidad en mi cuerpo, nadie me impuso las manos. Ni siquiera sabía si había alguna iglesia que creyera en la sanidad divina.  Pero como un muchacho Bautista en el lecho de enfermedad, leí la Biblia de mi abuela Metodista y fui sanado -no sólo porque creí en la sanidad divina necesariamente; pero fui sanado porque actué y me mantuve firme en Marcos 11:24, ". . . lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá."
 
Así que oré y empecé a decir, "Creo que recibo sanidad para mi corazón deformado.  Creo que recibo sanidad para mi cuerpo paralizado.  Creo que recibo sanidad desde la punta de mi cabeza hasta la planta de mis pies."  Entonces el poder sanador de Dios se manifestó en mi cuerpo.
 
Mi sanidad vino directamente de Dios.  Los dones de sanidades se manifiestan en ti a través de otra persona.  Toda la sanidad es hecha por Dios desde luego, pero la diferencia está en el canal que EL usa para llevar a cabo tu sanidad.
 
Alguien ha dicho que cuando alguien recibe sanidad, son los dones de sanidades en operación.  Todo es un don, en un sentido de la palabra, ya que todo lo que recibimos de Dios es un don, hablando genéricamente.  Pero no tendría que necesariamente ser sanidad como resultado de la manifestación de estos dones.
 
Mira otra vez en Primera de Corintios 12:28: "Y a unos puso Dios en la iglesia. . . ."  Aquí no se está refiriendo a los dones espirituales; Se está refiriendo a hombres equipados con dones espirituales: “A unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles. . . ““Apóstoles" no es un don espiritual individual que alguien pueda recibir de Dios.  Es un don ministerial para la iglesia. ". . . luego profetas. . . "
 
Este también es un ministerio, no para bendecir al individuo, pero un ministerio dado a la Iglesia. ". . . lo tercero maestros. . ." El don de enseñanza no es algo que te es dado para bendecirte a ti.  Es algo que te es dado para capacitarte a bendecir a otros. Este, también, es un ministerio.
 
Pablo continuó hablando acerca de hacer milagros.  Estaba diciendo que hay algunos en el ministerio que son equipados con el hacer milagros y ". . . después los que sanan. . . "
 
Luego Pablo hace la pregunta, "¿Son todos apóstoles? (¿Tienen todos el ministerio de apóstol? Claro que no.)  ¿Son todos profetas? (¿Tienen todos el ministerio de profeta? No.)  ¿Todos maestros?" No, no todos tienen el ministerio de maestro. Todos podemos enseñar de acuerdo con nuestro nivel de conocimiento, pero hay personas que Dios ha puesto en la Iglesia que son equipados por el Espíritu Santo con el don de enseñanza.
 
Luego Pablo preguntó, "¿Hacen todos milagros? ¿tienen todos dones de sanidad? ¿interpretan todos?"  Claramente, la respuesta es no, ya que el Espíritu reparte "a cada uno en particular como él quiere" (1 Corintios 12:11)
 
Gracias a Dios por Su Palabra, y por el privilegio de creer y actuar sobre Su Palabra.  Gracias a Dios por la manifestación sobrenatural de todos estos dones de acuerdo con Su voluntad.
 
Texto Para Memorizar:
"Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él."  (Hechos 10:38).
 
 

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